viernes, 10 de abril de 2015

Pinos de Gáldar - Degollada Las Palomas - Cruz de Tejeda - Degollada de la Cumbre - La Culata - Cruz de Tejeda - Lomo de La Retamilla - Pinos de Gáldar

5 de abril de 2015
Circular Pinos de Gáldar - Degollada Las Palomas - Cruz de Tejeda - Degollada de la Cumbre - La Culata - Cruz de Tejeda - Lomo de La Retamilla - Pinos de Gáldar


Una ruta muy técnica la que hoy tratare desgranar. Pero, y precisamente por eso, increíblemente divertida. Bajadas divertidas, diferentes entre ellas, muy divertidas. Pero sobre todas ellas una en especial: la bajada a La Culata.
El domingo casi no me levanto. José Juan había propuesto una ruta de esas de las que si te las pierdes estas llorando un mes. Pero el viernes anterior, Viernes Santo, había ido a Agaete desde Guía a hacer el recorrido del I XC Del Noroeste. Fuerte moliera.  Mira que conocía casi todo el recorrido, eso sí, por tramos. Pero en conjunto me pareció bastante duro. Eso, que la hiciera por la tarde poco después de almorzar, y la baja forma en que estaba (y sigo estando) hicieron que acabara destrozaito. Pero claro, hablamos del recorrido de un XC de competición, no del track de una vueltita suave para ir con los coleguillas.

Pero lo dicho, o iba o me arrepentiría toda la semana, y especialmente con esta ruta. Así que de un brinco me puse los gallumbos y pal coche. Cuando llegué a la Caldera tardé más en abrir que en cerrar la puerta.... si la temperatura se mide en grados centígrados, el viruje se mide con palabrotas, y hacia un "viruje de los cojones de la puta madre que parió a...... ".  Normalmente saco la bici del coche, la monto (en mi cochillo chico cabe a duras penas desmontada), la reviso un poco y espero a mis compañeros entretenío...  Me encerré en el coche y me tape con todo lo que había dentro.
Los primeros en llegar, José y Ezequiel, me dijeron que hacían 7 grados....  Agüita. ¡fuerte chirote!

Pero bueno, cuando llegaron Claudio y Fran y estando todos, comenzamos la ruta por asfalto. Una neblina muy densa nos acompañaba. Si en vez de ir en la bici con ropas de colorines hubieramos ido en caballos con ropas marrones pareceria que eramos Caballeros de Gondor entrando a las tierras de Mordor.

Fuerte Viruje

No se veía tres en un burro


Llegamos a la subida a Montaña Los Moriscos, que tomamos. Gracias a Dios sirvió para que calentaramos un poco, aunque no hubo uno que se quitara una prenda de ropa. Aquí tomamos la primera bajada. Una pista de tierra que se convierte en sendero por tierra primero muy sencillo primero y en sendero  escalonado después...... El día prometía, y más cuando José Juan nos dice "esta era la fácil"...... Yo ya babeaba como la perrita de Paulov al oir la campanilla.





El sendero moría en Degollada de Las Palomas, así que continuamos por asfalto hasta La Cruz de Constantino. Aquí comenzaba la segunda bajada. Esta, de las de bajar la tija. Con tramos de acusado desnivel, escalones, roderas, teniques, saltos.....  Aunque algunos no los hizimos (a veces no merece la pena correr peligro por no caminar 3 metros, ibamos disfrutando. Y mucho. Ya habíamos llegado a La Cruz de Tejeda. 


Continuamos evitando el asfalto, así que por el sendero que recorre el Morro de la Armonía y pasando por Degollada Becerra llegamos a la Degollada de La Cumbre. Este tramo tiene, en el sentido que lo hizimos, subidas muy duras aunque cortas, y acarreamos un poco con la burrilla. Normalmente los ciclistas que pasan por ahí lo hacen en sentido inverso, pa bajo..... pero nosotros no somos ciclistas normales. Somos de la categoría morrúú je je je. Como ya he comentado en alguna ocasión, prefiero caminar al asfalto, y esos pocos tramos a pie nos recompensan con otros muy ciclables y con espectaculares vistas.  La pena era que apenas se veía al de alante por la espesa neblina. 

Abandonando la Cruz de Tejeda



La parada de rigor para poner la cámara.... y hacer las presentaciones



Es muy bonito el camino empedrado por esta zona





En la Degollada de la Cumbre comienza la bajada a La Culata......  De esta bajada había oido y leído mucho. Y todos coincidían en lo super-hiper-mega-tecnica que era. Y eso te impone respeto. Por lo que cuando el amigo Toni nos comentó que iba a hacer una ruta de senderismo por ahí no dude en apuntarme, y José Juan para mi alegría también acudió. Un gran grupo de amigos, me lo pasé muy bien con ellos. Recuerdo aquel día, José y yo parecíamos dos colgaos dentro de la normalidad del grupo de caminantes que íbamos. Mientras todos se paraban a sacar fotos al hermoso paisaje, espectacular por cierto, nosotros dos íbamos mirando al suelo no pa ver donde poníamos el pie, sino por donde pasaría mejor la rueda. "Cada loco con su tema". Aquel día no me quedó nada claro si yo podría bajar por allí. Lo vi muy empedrado, partes rotas, otras muy estrechas, algunas curvas demasiado cerradas.....








Por ello cuando hizimos un alto en la Degollada de la Cumbre para comenzar a bajar yo estaba más asustao que un cordero entrando al matadero. No se como, será por aquello de que para vencer tus miedos lo mejor es enfrentarte directamente a ellos, me tiré el primero casi sin esperar a los demás. Ni me santigué. Recuerdo que pensé "espero que el seguro le de algo a mi viuda". Iba cagao.

 


El primer tramillo era un empedrado, pero muy irregular aunque anchito. Eso me hizo coger confianza. También, pese a la bruma que reinaba ese día, el suelo estaba seco. Mejor. Tome la primera curva bien, sorprendiendome a mi mismo. También la segunda, y la tercera... el miedo desaparició (el respeto no).  Poco después me encontré una curva donde fisicamente no me cabía la bici, o eso pensé yo, así que puse pie en tierra, Ezequiel hizo lo mismo y Fran...... Fran se quedó haciendo equilibrios pa no caerse encima de cuatro lajas....



Fuerte manía de dejar las mangueras en todo el centro del camino, coño.
La bajada fue espectacular. A cada metro que bajábamos la sonrisa era más y más grande en nuestras caras. Yo creo que si hubiese alguien en el Nublo mirando pa la Culata vería bajar no cinco ciclistas sino cinco hileras de dientes bajar.... íbamos privaos. Y yo el que más.  Exceptuando cuatro tramos cortos con piedras mal colocadas, cierta curva  con una tubería que aunque ciclable era demasiado estrecha como para pasar como íbamos de "despacio" y el tramo final con un zigzag que más que camino era una escalera de caracol sin peldaños, lo hizimos casi todo.

Este es el tramo más complicado. El pie al suelo, tampoco vamos a ganar ningún trofeo
Otra foto de este tramo tan jodío.
Llegados a la pista de cemento que da servicio a la última casa de arriba bajamos un corto tramo pero con un desnivel brutal para llegar al último tramo de sendero, entre pequeñas parcelas de cultivo y casas ....... si, casas. Casi casi se puede decir que hizimos "downhill urbano". Eso sí, a nuestro estilo, tranquilitos, echando el culo pa trás, sin correr y saludando a los vecinos que nos miraban como si nunca hubieran visto una bici, o al menos delante de sus casas.

Recuerdo parar para que enfriaran los frenos... ¡una peste a pastilla quemada.....!




Final de la bajada..... justo junto al bar. ¿qué mas se puede pedir?

Bares en La Culata de Tejeda.
Cuando llegamos ya abajo, un bar justo al pie del sendero fue la excusa perfecta para recuperarnos. No tanto del esfuerzo físico, sino del subidón de adrenalina que teníamos todos. Me acuerdo que miré el pulsómetro, 120, normal, pero me notaba que el corazón iba a salírseme de la caja....Así que una barrita energética unos, un café aprovechando el sitio otros, y asfalto. Yo, con el café me quité el cortavientos..... craso error. De la culata a la carretera que nos llevaría al cruce con la que sube a La Cruz es todo bajada. Otra vez frío. Pero fue llegar al cruce, dar el primer golpe de pedal y quitárseme toito.



Un buen trecho nos aguardaba. Subimos algo por asfalto, pero José Juan nos llevó una buena parte de la subida por un bonito sendero, partiendo del cruce a Cuevas Caídas (pago de Tejeda). El sendero es de esos que aunque subibles encima de la bici, no lo hacen todo el mundo de una tirada, y el resto de los mortales hacemos parando a cada X metros para coger resuello. De esos que vas subiendo y pensando "está tremendo para bajarlo". Y nos pasó algo curioso. En un recoveco nos paramos Fran, Ezequiel y yo para dialogar cómo se bajaría aquello. Que si te abres y brincas, que si frenas y por dentro, que si con cuidado de no irte abajo. Jose y Claudio, que iban delante nos gritaron.... ¡cuidado, ciclistas! y 3 ciclistas que bajaron. Con cascos integrales, coderas, rodilleras, suspensiones de 150 o más..... y justo vimos cómo cogían la curva aquella. Flipamos. Los tíos volaban..... literalmente.



La verdad es que te quedas boquiabierto mirándolos
Continuamos subiendo. Fran empezó a tener problemas con la rueda delantera. Aunque la bajada de la culata es jodía, ya le había dado lata con anterioridad. Iba totalmente frenada, y aún así iba el  hombre subiendo pa rriba..... fuerte animalito. Ya en la Cruz de Tejeda, centro de toda la red de caminos de la isla, continuamos por asfalto hasta la entrada a la siguiente y última bajada. Por el camino la rueda de Fran terminó de romperse. Parecía que iba raspando una verja con una lima, una escandalera.... hasta el punto que tuvo que volver por asfalto al coche obviando la última bajada. El consuelo, si se puede decir, es que ya él la había bajado en una ocasión..... la verdad es que no es mucho consuelo, esa bajada es de esas que querrías repetir una y mil veces.





Tambien en este tramo el que me dio un susto fue Claudio. Cuanto más se acercaba el final de la ruta, más frío hacía. Y Claudio, que es friolero como nadie......¡se desabrochó el abrigo! Claudio, que en plena subida de las haciendas en agosto es capaz de decirte que está pasando frío, que funciona mejor después de las 9 cuando le da el sol..... de hecho, yo le digo que si es fotovoltaico...... pues se desabrochó el abrigo..... se me encendieron todas las alarmas. Aflojé y me puse a su lado, asustao..... ¿como era posible que con la neblina y el viruje aquel tuviera calor? Gracias a Dios, fue sólo eso, un susto.

La última bajada discurría por el Lomo de La Retamilla, saliendo a la famosa "puerta del Pinillo". Esta bajada discurre por un sendero, señalizado en la parte de abajo pero no así en la de arriba. La bajada no es ni de lejos tán técnica como las dos anteriores, pero sí que es rápida, estrechita, con recovecos, curvas, tierras sueltas, hojas, raíces...... golosona. Bajando  me enralé, pero a media bajada esperé a Claudio, más que ná por tenerlo delante, que yo sí que conocía la bajada y no quería dejarlo demasiado atrás y se me escarrilara, cosa difícil en el sitio por cierto. Fue toda una sorpresa, una muy grata sorpresa ver a Claudio bajar...... No hace mucho le cambió la potencia a la bici y ya habíamos hablado de que iba mucho más comodo encima de la burra con esta última modificación. Es increíble lo mucho que se consigue variando apenas unos centímetros la geometría de la bici.

Cuando llegamos al asfalto, al final del sendero encontramos a José Juan y a un pletórico Ezequiel. Si "el mecánico" fuera un ordenador, podríamos decir que había entrado en bucle..... sólo ténia una palabra en la boca "maravilloso" "maravilloso"....  se ve que lo disfrutó.

Ya por asfalto llegamos a los coches. Allí nos esperaba un desconsolao Fran. nos enseño su horquilla. Tanto se había deteriorado el buje e iba con tanta holgura que el disco iba limando la parte interior de la horquilla. Animalito, me lo imagino, pedaleando para bajar venciendo toda esa resistencia para poder avanzar.



Recogidas las burras, tiramos pa Ca Cirilo. Allí pasamos un rato muy especial, departiendo y hablando de esta maravillosa ruta, en el siempre cálido y familiar ambiente que sólo se respira en este local. Es un lugar  donde el tiempo se detuvo hace mucho. Una tienda de aceite y vinagre de las de toda la vida. Solo por eharse un pizco merece la pena visitarlo. Es el lugar perfecto para terminar una ruta, y más una ruta perfecta como fue esta.


Así acabó una ruta dominical. Una ruta de Domingo de Resurrección. En él se conmemora el que nuestro señor Jesucristo resucitó de entre los muertos y subió al cielo. Pues se puede decir que yo me sentí como que subía al paraíso de los ciclistas bajando (y que no suene a paradoja) a La Culata después de haber estado un mesesito de nada convaleciente . Fuerte mes más largo.

Nota: de la parte de la bajada a La Culata desde La Degollada de La Cumbre no tengo fotos de ese día. Hago uso (abusando de la confianza con el amigo Toni) de algunas de las fotos de su blog, para describir un poco los tramos. Como el lector podrá comprender, es un poco difícil sacar el móvil para sacar una foto en esos caminos encima de la bici.

Enlace a la ruta descrita en el wikiloc de José Juan:  Pinos de Gáldar-Cruz de Tejeda-La Culata-Pinos de Gáldar

Enlace al vídeo en el canal de youtube de José Juan: https://youtu.be/S1ECFuVgEqo

Enlace a la entrada del Blog "Los pasos que dejamos atrás" donde se detalla la ruta de senderismo que describo durante el relato de la ruta de hoy: Cruz de Timagada - La Culata - Degollada Becerra circular (-Ruta: enlace a la ruta en wikiloc.)

Enlace a una descripción de "nuestro santuario", la tienda de aceite y vinagre Ca Cirilo en la página de la Carta etnográfica de Gran Canaria: http://www.cartaetnograficagc.org/ficha.php?cod=09470&desc=TIENDA+BAR+DE+CIRILO-COMERCIO-VENTA+PRODUCTOS


Publicado por Juan Manuel "IronJuan" Mederos
Enlace Runningfreeonline


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